Los procesos de coaching están dirigidos especialmente a personal que cumple un rol de liderazgo dentro de la empresa, es decir, aquellas personas que tienen la responsabilidad de dirigir un equipo de trabajo. El coaching tiene que ver con favorecer el rendimiento de otro, haciendo aflorar todo su potencial y facilitando que otro aprenda.
Nuestro programa de coaching trabaja fundamentalmente en el dominio del ser, produciendo cambios en el tipo de observador que es la persona. Se produce con ello un cambio ontológico en la persona y sus paradigmas, sus patrones de interpretación y análisis de las cosas.
Tal como lo plantean los fundamentos del coaching, en la intervención a realizar el coach no enseña, dirige, ni aconseja. Esta es la principal diferencia con otras disciplinas o metodologías, donde se prioriza la transmisión de conocimiento. El coach más que aportar contenidos -lo que para muchos puede ser enseñar-, aporta como facilitador, interviniendo de manera de ayudar a que el otro descubra nuevas opciones. Esto incluye observar el desempeño, retroalimentar, saber escuchar, presentar alternativas y ejercitar la capacidad de autoevaluarse.
“El rol del coach es crear las condiciones para que los demás descubran nuevas opciones e innoven con éxito frente a su equipo de trabajo”.
Este programa está dirigido a organizaciones conscientes de la necesidad imperiosa de un cambio cultural que permita a sus colaboradores elevar su nivel de desempeño en un marco que promueva su desarrollo integral y que sirva de fuente de inspiración para sus miembros, desafiando paradigmas culturalmente arraigados, con el propósito de facilitar el accionar efectivo y la generación de los resultados esperados por la organización.